#WorkYourLove: Desde El Interior Parte 2
Hola Beauties!
Inauguramos la columna hablando de cuestiones científicas sobre la genética de nuestro cuerpo (pueden leerla entrado aquí). Hoy vamos a ver la otra cara de la moneda: nuestro mundo interno, nuestra energía y cómo condicionamos lo que sucede afuera.
El amor propio se trabaja muy bien de manera indirecta, es decir, modificando nuestro point of view y cambiando otros aspectos que se derivan de él: mejorando nuestra rutina de autocuidado, aprendiendo a poner límites de manera ¨elegante¨, siendo más conscientes de cómo nos hablamos, observando cómo condicionamos nuestro mundo, o mejorando nuestro manejo del tiempo y el foco donde ponemos atención.
Una de las mejores inversiones que podemos hacer en nosotras mismas es ser conscientes de cómo nos hablamos a nosotras mismas. ¿Cómo es ese diálogo interno? ¿Cuáles son esos NO que damos por hecho? Poder ver esto, y poder ver qué queremos realmente nos va a dar la pauta de qué nos impide llegar a ese lugar (material o interno) que queremos. Lo que hay entre lo que quiero y mi estado actual es una creencia limitante, un prejuicio que nos condiciona y limita. Cuántas veces no vemos la foto de una playa increíble y ni siquiera nos queremos detener a mirarla mucho porque tenemos la creencia de que para nosotras ir a ese lugar es muy difícil? Que no tenemos tiempo? Que no nos alcanza el dinero y los recursos para hacerlo? Que no tenemos tanta ¨suerte¨? Y así mil ¨motivos¨ muy razonables que creemos ciertos, pero nada más son bloqueos internos que se manifiestan afuera a modo de carencia.
No nos creamos esa mentira (creencia limitante) del patriarcado intentando mantenernos bajo control: que somos inferiores, débiles y debemos conformarnos con lo poco.
¨No te separes, una mujer divorciada con hijos la pasa fatal¨; ¨para estar delgada tienes que pasar hambre¨; ¨la cantidad de dinero que ganas depende de las horas que trabajes¨; ¨ganarás el pan con el sudor de tu frente¨, ¨calladita te ves más bonita¨, etc.etc.etc.
Si partimos de ¨A ver, quiero esto¨, lo siguiente es trabajar para lograrlo: trabajar primero en nuestra idea de merecimiento, nuestra creencia de valor (¨ no valgo = no lo merezco¨ ), para poder pararnos en nuestro poder y hacer en concreto las acciones que son necesarias.
Una creencia limitante común que me plantean muchas clientas es ¨no puedo tener ese cuerpo que quiero, porque… [rellene con la creencia limitante aquí]: soy vaga, porque tengo adicción al pan, porque prefiero ser feliz que estar a dieta (como si tener el mejor cuerpo posible no te trajera felicidad!!! y porque el concepto de dieta que tienen es de la dieta restrictiva antigua e ineficaz), porque no tengo autocontrol, no tengo voluntad, y así muchos más ejemplos.
Cuando nos damos cuenta de cómo limitamos nuestro mundo (desde el trabajo que tenemos, cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo, hasta el estado de nuestras finanzas), podemos empezar a trabajar para salir de esa ¨jaula¨ que nos hemos creado. Tenemos la vida que ¨creemos¨ que nos merecemos según nuestra idea de valor propio.
Lo que intento decirte es que esa vida que sueñas es posible: sí es posible tener el cuerpo que deseas, sí es posible tener el ingreso que sueñas, sí es posible construir esas relaciones que anhelas, sí es posible trabajar la cantidad de horas que quieres, y SÍ, también es posible tener TODO eso junto, al mismo tiempo.
Espero que el análisis de estas dos perspectivas nos sirva para ganar más valor y ver que la libertad es conquistable.
La puerta de la jaula esta abierta, vienes a volar conmigo?
Si tienes dudas, preguntas o no puedes terminar de resolver estos bloqueos, escríbeme! victoria@amorami.mx
Besos
Victoria
Imagen destacada vía: Vogue Spain
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