top of page
  • Foto del escritorRodrigo Ortiz Fernandez

#VonBeauty: Hasta Cuándo Decir “¡Basta!”

Muchas ya saben que cuando se trata de beauty trato de ser lo más pro-autenticidad posible. Me choca seguir y promover estándares de belleza imposibles de seguir, por eso jamás retoco mis fotos y trato de ser lo más real que se pueda. Sin embargo, también existen truquitos y cosas que nos hacen sentir más guapas y por supuesto que estos se súper valen.

¿A qué voy con todo esto? Que para mi lo más importante en la vida es tener un balance saludable con lo que hacemos y sin llegar a posturas radicales. Jamás les diría “¡nunca se pongan Botox!” O algún statement de esa naturaleza, porque todo en el mágico mundo de la belleza se vale mientras sea con moderación, (excepto tomar agua, eso sí chavas).

Por ejemplo, me ha tocado ir a muchas bodas en donde la novia se ve guapísima, pero de pronto te preguntas “pero y ¿quién es ella?”. Eso pasa mucho con las mujeres que son mega naturales en su look normal y de pronto para ese día tan importante con tanto maquillaje, sombra, contouring, pestaña postiza, extensiones, corona y demás, se ponen irreconocibles.

Lo mismo pasa con muchas mujeres que abusan del Botox, rellenos y colágeno que se terminan viendo mucho más grandes de lo que realmente parecían (me encanta poner la referencia del caballito de carrusel (google it y verán de lo que hablo). Y qué me dicen de las que se ponen trecientas cremas preventivas sin necesitar tantas y de pronto hacen su piel completamente frágil a cualquier cambio de rutina. Por esto mismo digo que es súper importante saber hasta cuando decir, ya es suficiente.

Hace unos días me vine a esquiar y entre el frío terrible y los cambios de temperatura mi piel quedó completamente reseca, así que lo natural fue comprarme doscientas cremas de todo tipo para contrarrestar la resequedad, hasta que me di cuenta que literalmente tenía los mismos productos en presentaciones diferentes y que uno hubiera sido suficiente, pero es que justamente cuando se trata de nuestra belleza, podemos llegar a pecar de hacerlo mucho y en grandes cantidades (por cierto, la solución mágica para mí, fue el aceite de coco).

Por ejemplo, si vas a usar la tenaza, después de hacer unos rulos súper marcados, hay que bajarlos con un cepillo y algún producto para peinar. Si vas a pintarte con auto bronceador y eres blanca tipo Casper, no te vayas al color más oscuro de la paleta porque igual te vas a ver irreconocible.

He pensado mucho en este balance en los últimos días porque me puse Botox la semana pasada. Y mientras lo hacía pensaba, cómo podía hacerlo de una manera saludable, porque obvio de pronto le dije al doctor un sinfín de arreglos que me quería hacer en la cara y él me dijo que con todo respeto no me lo iba a hacer porque era demasiado y quedaría súper falsa y sin expresión.

Ahí es donde capté que como mujeres somos súper vulnerables ante las magias de la belleza y que necesitamos ser súper conscientes de no abusar. Lo mismo en mi caso se traduce al ejercicio y las dietas, existen ciertos truquitos que puedes hacer en tu plan de alimentación para estar lo más sana posible pero no te vas a quedar sin comer el pastel el resto de tus días, ¿¡qué diría María Antonieta al respecto!? (es bromi) o el día que te quedas sin hacer ejercicio por equis o ye y terminas con un panic attack, lágrimas en los ojos y una terrible culpa, eso sí no se los permito jamás.

Sean realistas con sus objetivos de belleza, procuren ser más moderadas en su uso de productos, herramientas y demás, como todo en la vida a veces, menos, es más. Siempre puedes agregar un poquito de todo si no fue suficiente.

¿Están de acuerdo conmigo? Espero su opinión. ¡Besos beauties!

– Dani (@dvonwobeser)

Imagen destacada: Vogue Rusia

BANNER BONITA 2.jpg
bottom of page