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  • Foto del escritorRodrigo Ortiz Fernandez

#VonBeauty: ¿A Dónde Vamos?

Todo iba bien, estaba inocentemente haciendo un estudio de mercado en internet (bueno estaba comprando #SorryNotSorry) hasta que vi algo que me quitó la paz. No es que me traume por las nuevas tendencias ni mucho menos, al revés soy la más fan de que la moda cambie cada temporada, pero esto sí de plano, me quitó el habla. Ya habían indicios de que estaban por llegar pero mi mente los había olvidado (para protegerme seguramente) pero era inminente su llegada. Los “bucket hats” estaban aquí para quedarse y entraron por la puerta principal.

Ya sabía que eran una posibilidad, los vimos hace algunas temporadas en la campaña de Miu Miu Resort 17, pero nunca pensé que se volverían un hecho, hasta que vi dicho sombrerito pero ahora de Prada, agotado en Saks.com. A-GO- TA-DO. Esto me llevó rápidamente a buscar en las tiendas de fast fashion, si ellos los tenían entonces sabría que estábamos metidos hasta el cuello. Ok, ¿pero metidos hasta el cuello de qué? Se preguntarán, mientras seguramente también se preguntan si tanto show corresponde a la noticia, pero acuérdense que me gusta armarla de emoción y dicho teatrito merece la pena, no por el hecho en sí, sino por lo que creo que viene después.

Así que llegué a Zara y efectivamente ahí los tenían, seguí incrédula a Topshop y la respuesta era la misma, todos los tenían en diferentes tamaños, colores y sabores… tan viles mirándome a los ojos como una bestia que se ríe de la agonía de su pobre presa. Bueno ya le voy a bajar al drama pero el punto es que ahí están y se me hacen inmundos. Me dio la impresión que este sombrero tipo Gilligan pero de los noventas, augura un futuro en las tendencias, sobre todo de belleza, de las que ya nos habíamos querido librar hace tiempo.

No sé si se acuerden a profundidad de las inmundicias que acompañaban esta moda o de las variaciones que este peculiar objeto tenía. Cuando el sombrero iba acompañado de un enorme girasol fake o los que eran más ajustados, tipo condón, como los que usaba Litzy. A la par se usaban peinados extravagantes con liguitas de colores, que si menchoncitos amararrados hasta la coronilla, brochecitos de colores o peor aún, enormes broches de mariposa al oído. También era cool hacerte dos medias colas, dejarte dos mechoncitos sueltos justo en medio de tu línea partida con gel de preferencia y las ya súper atrevidas se ponían miles de churritos con gel en toda la cabeza… ¿le sigo? No verdad, ya el pánico se empezó a propagar seguramente.

Y ese es mi punto, sigo sin creer en el buen criterio de nuestros tiempos, la moda sarcástica poco a poco se está haciendo la moda mainstream y no sé si mientras más nos atrevamos a usar esas tendencias más nos acercamos a los peores momentos de la moda en la humanidad y más nos alejamos de mi sueño de verla algún día vestida como en los Hunger Games. Así que mientras mis planes van hacia el lado opuesto de la brújula, veo cómo combino mis dad sneakers con mis mini lentencitos que me tapan medio ojo (ups, creo que yo tampoco he aprendido).

¡Las leo en un mes!

Imagen: Giphy

Imagen destacada: Miu Miu 

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