Tu Suero de Vitamina C No Funciona Por Esto
Beauty, la vitamina C es un paso esencial en cualquier rutina de skincare. Y no por nada se ha convertido en uno de los ingredientes más amados. Pero ¿has sentido que no ves resultados por más que lo usas?. Te contamos cuales son los errores más comunes y qué hacer para que funcione correctamente.
Este poderoso antioxidante tiene miles de beneficios, entre ellos:
Repara y regenera las células.
Estimula la producción de colágeno.
Combate los daños causados por los radicales libres.
Disminuye/elimina las manchas causadas por acné e hiperpigmentación.
Reduce líneas de expresión.
Aportar luminosidad al instante.
Disminuye la textura de la piel.
Suaviza las arrugas.
Errores más comunes al aplicarlo:
No eres constante con la aplicación.
Usas el serum cuando está oxidado.
Olvidas poner protector solar al terminar.
Optas por la concentración equivocada.
No lo guardas en un lugar fresco y sin exposición al sol.
No lo aplicas en el orden correcto de tu skincare.
Cómo SI usarlo:
Aplícalo cada tercer día y una vez que tu piel se acostumbre puedes usarlo todos los días en cuello y pecho. La constancia es clave.
Recuerda que la Vitamina C tiene un tiempo estimado de uso, en cuanto lo abras, aprovecha cada gotita, ya que suele oxidarse rápidamente. Si cambia el color a uno más obscuro, no lo uses más.
Termina SIEMPRE con tu SPF. De lo contrario, no obtendrás ninguno de sus beneficios ya que se inactivan con el sol.
Empieza con un suero con el porcentaje entre el 10% o el 15%, después puedes subirlo a 20% según lo toleres.
Este ingrediente es sensible a la luz solar, así que opta por guardarlo en un espacio fresco y obscuro.
Usalo después de tu limpiador, sigue con tu hidratante facial y termina con tu factor de protección solar.
¡Y listo, beauty! Comenzarás a sentir, notar y adorar los resultados.
