Tu Rutina Ideal Para La Queratosis Pilaris

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La queratosis pilaris —esos pequeños granitos que suelen aparecer en brazos, muslos o glúteos— puede sentirse frustrante, pero la buena noticia es que mejora muchísimo con una rutina constante y bien pensada. No se trata de exfoliar más fuerte, sino de tratar la piel con suavidad y constancia, para ayudarla a renovarse de manera gradual. Esta guía te acompaña paso a paso para conseguir una textura más uniforme y suave al tacto.

Limpieza suave que prepara la piel

Para comenzar, incorpora un jabón corporal que contenga AHA o BHA. Al aplicarlo en la piel húmeda, déjalo actuar 3-5 minutos antes de enjuagar; este pequeño gesto permite que los ácidos exfolien suavemente las células muertas y reduzcan la textura áspera. La sensación es ligera, casi como si la piel pudiera respirar mejor, y con el tiempo notarás los granitos menos visibles.

Exfoliación para una piel más lisa

Usa un exfoliante con AHA unas 3 veces por semana para apoyar el proceso de renovación. Déjalo actuar unos minutos antes de enjuagar para que pueda hacer su trabajo completo. La clave aquí es la constancia: con el uso regular, la piel comienza a sentirse mucho más suave y su textura se ve más pareja.

Hidratación intensiva con urea

Después de exfoliar, es importante sellar la hidratación. Elige una crema corporal con al menos 10% de urea, ya que este ingrediente ayuda a suavizar la piel áspera mientras mantiene la humedad por más tiempo. Aplícala sobre la piel ligeramente húmeda para que se absorba de manera más eficiente. La piel queda cómoda, elástica y con una sensación mucho más uniforme.

La queratosis pilaris no desaparece de un día para otro, pero con una rutina sencilla y constante, la piel responde. La suavidad vuelve, la textura se atenúa y el tacto cambia. Lo más importante es ser paciente, observar tu piel y darle lo que necesita: exfoliación suave, hidratación profunda y constancia. Tu piel te lo va a devolver.