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  • Foto del escritorRodrigo Ortiz Fernandez

#RUNPAOLARUN: LUCKY 7

Por: Paola Cuellar Atilano @ThePCuellar

¡Hola Beauties!

El número SIETE es un gran número. Hay 7 días de la semana, 7 notas musicales (do, re, mi, fa, sol, la, si), 7 pecados capitales, 7 maravillas del mundo, los 7 enanitos de Blanca Nieves, los gatos tienen 7 vidas, fueron 7 días los que Dios se tardó en “la creación” y SIETE los maratones que he corrido en mi vida.

Qué me llevó del #7:

Correr en grupo siempre es mejor:

Primer año desde que llegué a CDMX (5.5 años) que entreno en un equipo #ShankhaRC. Y no cabe duda que aunque, como les he platicado, soy la oveja negra de la familia el correr en grupo hace los entrenamientos mucho más divertidos y mucho más fáciles. Jamás se me va a olvidar el día que me salí en la hora de la comida (Godinez Style) para irme a sentar a las oficinas de Nike para que me platicaran de lo de este proyecto que traían Alma y Nadia y cuando me invitaron a participar dije: OK! ¿Que puedo perder? Pues no perdí ¡¡¡NADA!!! Al contrario, no puedo estar más agradecida porque fuera de formar parte de una comunidad de gente intensa loca corredora y de tener al mejor entrenador (y psicólogo), tengo nuevas amigas que se quedan para el #8 y seguramente unos buenos mezcales. #shankhasgonewild #shankhasworldwide (ver también el punto 4)


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Espera lo inesperado:

Nunca sabes lo que puede pasar cuando corres un maratón. Puedes llegar muy preparada, pero siempre hay factores externos que te pueden jugar en contra (o a favor si corres con suerte). En mi caso, este año fue la madre naturaleza. No puedo decir que entrene como debería de ser el ideal, pero SI es el primer año que no llego con alguna lesión. Desde una semana antes veía que el día del maratón iba a llover y mi primera reacción fue: “AMPOLLAS”, pero luego me convencieron que es bueno porque: HIDRATACIÓN. ¿Qué fue lo que realmente pasó? Lluvia por 30 minutos, luego calor y bochorno. Mucho sudor. Mucha deshidratación. Ni modo, había que escuchar al cuerpo y bajarle un poco al ritmo e incluso pararte en cada estación de hidratación a tomarte 3-4 vasos de agua y Gatorade y a echarte uno en la cabeza. Los corredores solemos ser algo (o muy) necios pero lo único que puedo decir es que siempre hay que escuchar a nuestro cuerpo ya que no hay sistema más sabio que el mismo.


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El poder de la mente:

No cabe duda que la mente es MUY poderosa. La Pared es un momento crucial del maratón que surge (dicen los que saben) por que las reservas de glucógeno, el carburante del esfuerzo almacenado en los músculos y en el hígado, se terminó. En pocas palabras, el momento en el que dices: ¡que &%$& necesidad! ¡que %$/&%$/ estoy haciendo aquí! ¡Ya no puedo más! Por lo regular este “fenómeno” empieza entre el kilómetro 30 y 35.

Hace un fin de semana, en mi caso, se manifestó en el km25. No se si tenía algo que ver con el calor y los tenis mojados, pero yo ya no podía más y claramente empecé a bajarle al ritmo. Pero al llegar al kilómetro 35 me empecé a hacer coco-wash de “si se puede”, ya estas aquí, disfrútalo. Y no sólo eso, al llegar al kilometro 40 vi la posibilidad de cerrar en menos de 4 horas y pude cerrar dejando todo en la cancha. Aunque no lo logré por 43 segundos (mis piernas no dieron para más) llegue con la tranquilidad y satisfacción que me esforcé hasta el último metro. Así que como decía el buen Winston Churchill: “si estas atravesando un infierno, sigue caminando”.


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La locura une:

En uno de mis primeros post de BeautyJunkies en donde hablaba de los diferentes tipo de corredores (http://www.beautyjunkies.mx/beauties/tiposdecorredoras/), les platicaba de una muy buena amiga que corre con mucha naturalidad y con la gracia de Bambi. Pues mi #7 tuve la oportunidad de correrlo con ella. Siempre la he admirado mucho por ser una “super woman”. Mamá de tres, muy trabajadora, excelente esposa, la mejor amiga y además siempre encuentra el tiempo para entrenar (y además es la envidia de muchas por que es una natural… o por lo menos lo hace ver como si fuera piece of cake).

A pesar de que hemos sido amigas desde primaria, este tipo de locuras y conversaciones que no mucha gente entendería nos ha unido mucho más en los últimos años y es padrísimo poder compartir experiencias y viajes con amigas de la infancia. ¡Felicidades Pequeña! ¡La tercera es la vencida!

 

No hay octavo malo:

¿Cuándo voy a parar? No sé. No se en que momento llegue a correr ya 7 maratones y en que momento ya me inscribí a la rifa para mi #8. A menos de una semana de haber terminado ya me estaba inscribiendo a la rifa para el siguiente. Si hay salud, si te gusta correr, no hay por que no ir por el #8. Si Dios quiere, hay #RunPaolaRun para rato. Definitivamente “time flies when you’re having fun”.


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PS. Según la numerología el #8 es signo del poder, la habilidad ejecutiva, la gestión, poder material y una tendencia al sacrificio pero también a no tener escrúpulos. ¡vamos por ese 8! ¡sin escrúpulos!

Besos,

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