#RunPaolaRun: Cuando No Todo Es Color De Rosa, 10 Retos Que Enfrentamos Los Corredores
Hoy vamos a hablar de cuando no todo en la corrida es de color de rosa. Siempre vemos posts muy alegres, todo mundo sube sus mejores fotos (yo no sé cómo le hacen para correr así con técnica perfecta, no traer el pelo como Monica de Friends en las Bahamas y cero sudadas) y no hay nada más cercano a estar en el paraíso que estar corriendo. Pues ¡NO! Definitivamente no todo es de color de rosa.
Estas son algunos de las situaciones más comunes con las que seguramente te toparás al correr:
1. Vas a ser juzgada: “¡Hace años que no te vemos! Seguramente andas entrenando para algún maratón. ¡Me acuerdo cuando eras el alma de la fiesta y no te querías ir a dormir a las 10pm!” (me estoy haciendo la cool porque obvio las 10 ya es tardísimo). Sí, sí es muy molesto.
2. Las preguntas incómodas: “¿Cómo te fue en el maratón? ¿en qué lugar quedaste? ¿cómo? ¿y qué ganas corriendo 42 km entonces? ¿solo una medalla? ¿O sea pagas para ir a sufrir? Para algo se inventaron los carros (sí, “carros” #porqueRegia), ¿y no te lastimas las rodillas? ¡Cuídate! Yo sé de un amigo del amigo de mi tío segundo que ya nunca más pudo volver a correr.”
3. Los corredores intensos: No tengo vergüenza de estar diciendo esto, pero hasta la basura se separa. Por ejemplo, el corredor que en los semáforos se queda brincando porque se “va a enfriar”. ¿POR? Shoot me!
4. Los corredores mal educados: No te paras a mitad de una carrera a tomarte una selfie… ¡NO! No escupes cuando sabes que viene gente detrás de ti… ¡NO! Shoot me again!
5. No tan sexy: Empecemos por los pies, nunca más van a volver a ser los mismos… ¡NUNCA! ¿Y qué pasa cuando entrenas con un top nuevo? OUCH! Chafing, sucks!!! Costra de por vida debajo de las boobs y el baño más doloroso de tu vida. Y obvio volvemos al tema del pelo y la cara roja como si acabaras de salir de un sauna. Pero who cares, bien decía Audrey Hepburn que: “las mujeres felices son las más bonitas”.
6. Hambre perenne: Todo el día tienes hambre y si no controlas lo que comes o las cantidades, seguramente eso de que vas a “enflacar” porque empezaste a correr se vuelve una reverenda mentira.
7. Arruinar tus canciones favoritas: La probabilidad de que te aburras de una playlist que amabas cuando la armaste hace 2 semanas es MUY ALTA. Tienes que estar innovando con el tipo de música que no te va a hartar en esas horas corriendo, desde música clásica hasta la ya famosa “bien bien buena tu te ves bien buena” del General.
8. Lesiones: Yo soy la ama y señora de las lesiones. Mentiría si te digo que no vas a pasar por alguna terapia o masaje endemoniado o incluso dejar de correr por 1 mes. Los tacones pasan a segunda prioridad porque si te vas a lastimar va a ser corriendo y no con una pisada en falso.
9. Dinero: Vas a encontrar miles de artículos que digan que correr es un deporte muy barato… NOT! Quieres los mejores tenis y la t-shirt que absorba el sudor y te mantenga fresca. Hay carreras todos los fines de semana y obvio quieres correr todas… ¡y ni hablemos de los viajes a los maratones! Entonces digamos que más que barato es conveniente porque no tienes mas que salir de tu casa como caballo desbocado.
10. Adiós respeto propio: Estoy exagerando con el respeto propio, pero eso de “yo no voy a hacer del baño en una gasolinera jamás”, “odio ir a los baños Sanirent”, “me da pena pedir un baño en el Starbucks” se acaba. No les platicaba que en Sal a Valle hasta se me hacían normales las paradas técnicas en la carretera para encontrar el “árbol perfecto”. A ser “niñas fresas” en otro lado.
Espero no haberlas asustado, porque a pesar de todas estas cosas “que callamos los corredores” aquí seguimos y cada vez más intensos, cada vez con los pies más feos y cada vez más hambrientos.
Imagen destacada: Adidas
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