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  • Foto del escritorPaola Cuellar

#RunPaolaRun: Date permiso para ser humana

¡Hola Beauties!


Después de 2 meses sin correr por una fascitis plantar (ya me había tardado, siempre escuchaba de ese achaque y GAD nunca me había dado) y hoy tuve una iluminación divina tanto para saber que escribir como para ver que no es tan malo como parece.

Desde el día que dije “tengo que parar de correr” empecé a sentir ansiedad por no poder salir a correr y no poder hacer ningún otro ejercicio aeróbico (no tengo bicicleta ni nada que me sirviera para reemplazar mi corrida). Aparte de que era mi tiempo de poder salir a la calle y no estar encerrada todo el día, mi tiempo de organizar mi día y organizar algunas ideas, mi tiempo de llenarme de adrenalina y energía para arrancar el día y, seamos sinceras, también es el tiempo que me permitía sentirme bien físicamente y que me dejaba comer sin remordimiento. Tenía que hacer algo al respecto.


Lo que sí es un hecho es que desde el día uno supe que tenía que reemplazar mi corrida con otra cosa porque si no voy a volverme loca y podría volver loca a unos cuantos. Ayer escuchaba al Dr. Tal Ben-Shahar en el podcast de @empieza_contigo y decía que no es de encontrar motivación, es de tomar acción (action over motivation) y me cayó el veinte de este proceso.



1. Empecé a hacer ejercicios de fuerza y estiramiento que en un inicio ODIABA


(No cabe duda que hay tipos de ejercicio para cada persona, cada personalidad o cada tipo de sangre (claro que me puse a investigar porque nada más no me gustaba y hay teorías que tiene que ver con el tipo de sangre). Me cuesta muchísimo hacerlos. En la mañana por más que intentaba me costaba mucho, poco a poco los fui migrando por la tarde y fue funcionando mejor. Hay que ir encontrando que es lo que mejor funciona para ti y dependiendo en la situación en la que estés, porque seguramente en otra situación por las tardes seguramente no pudiera hacer los ejercicios. Lo que es un hecho es que no es opción no darte el tiempo de hacer ejercicio y llenar a tu cuerpo y a tu mente de energía y vitalidad, no importa el tiempo o la intensidad, solo importa hacer algo. Por más que te cueste una vez que lo terminas, siempre valió la pena.


2. Empecé a meditar


Como de todas formas me estaba levantando temprano, tenía que llenar ese horario que usaba para salir a correr y, sobre todo, no sentir que de la cama me iba al escritorio (no juzgo, nada más YO no puedo) y por recomendación de una amiga empecé a hacer una meditación de Deepak Chopra. Cuando se terminaron esos 21 días baje el app de Headspace y SOY FAN. Hay para todo y para todos. Puedes escuchar para mientras cocinas, para mindful eating o hacer uno para Rehabilitación de deporte, que es el que estoy haciendo ahorita.

Hoy dijeron esto y fue lo que me inspiró para poderme sentar a escribir y ver hacia atrás de lo que ha pasado estos 2 meses de pausa: “Ve este tiempo para tomar un paso atrás de tu deporte y tomar un sentido de perspectiva”. Si no hubiera tenido que parar de correr seguramente no hubiera hecho otro tipo de ejercicio que sabemos que son clave para mejorar corriendo y seguramente nunca me hubiera sentado a meditar que son mis 10-20 min de tranquilidad y de estar conmigo misma. Todo está en la perspectiva de cómo ves el problema.


3. No te presiones

En los primeros días me empecé a sentir más aguada y cómo los pantalones y la ropa me empezaba a quedar un poco más apretada. No tengo báscula por lo que nunca hablo de peso, yo siempre he sido de las que me baso en cómo me siento y cómo me queda la ropa. Lo primero fue hacer un examen de conciencia y concientizarme de que pues probablemente estoy consumiendo un poco más de calorías de las que estoy quemando porque es lo que estaba acostumbrada a comer, así que manos a la obra. No me estoy limitando en lo que como, pero si en el cuánto. En lugar de 3 quesadillas, galletas, etc…. Sírvete 2. La otra cosa que me está sirviendo mucho es cómo independientemente de que los pantalones me quedan un poco apretados hay cosas que está haciendo mi cuerpo que antes no podía. Las lagartijas las hago mucho más bonitas y puedo hacer más sin literal parecer una lagartija aplastada (todavía pongo las rodillas en el piso, pero les prometo las hago muy bonitas). Así que en lugar de estar haciendo sentir a tu cuerpo mal por la lesión y por unos kilos extras, agradécele las cosas que está logrando. Además, estoy segura que el día de mañana que pueda regresar a correr (ver siguiente punto), seguro los jeans me quedaran un poco mejor, estaré más fuerte y todo esto sin estar de mal humor por no comerme esa galleta.


4. Vas a regresar


Volvemos al mismo tema de perspectiva y más en el momento de vida en el que estamos. Una lesión muscular no es lo peor que te puede pasar. Tu corazón esta palpitando, tus pulmones respirando. Tranquila, vamos a regresar, dejemos que el cuerpo haga su recuperación y pronto estaremos de regreso en las calles.


Y termino con esta frase de la plática con el Dr. Tal Ben-Shahar: “Give yourself permission to be human”. Date la oportunidad de ser humano, de sentir, de frustrarse. Si no puedes activarte o hacer algo al respecto inmediatamente, esta BIEN, date la oportunidad de sentir y expresar lo que sientes y después a ACCIONARNOS. ¡CUIDENSE!






Imágenes vía: Gigixreebok


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