El secreto para una barrera de la piel sana
En el mundo de la belleza y cuidado de la piel, con frecuencia escuchamos que debemos cuidar y priorizar la “barrera de la piel”. Sin embargo, puede que no nos haga todo el sentido si no entendemos a profundidad lo que implica tener una barrera de la piel sana.
Así que, descompongamos todos estos términos para que entendamos cómo cuidar nuestra piel, mantenerla saludable y en equilibrio. Te dejamos todo lo que necesitas saber sobre la barrera de la piel.
¿Qué es la barrera de la piel?
La barrera de la piel es la superficie exterior, que se compone de lípidos e hidratantes que trabajan en equilibrio para cuidarnos de factores externos como la contaminación, los rayos del sol y la suciedad.
La principal función de la barrera cutánea es la protección, retención y regulación de la humedad en la piel. Si no tenemos una barrera sana, entonces nos perdemos de uno de los beneficios más importantes que pueden tener muchos productos de skincare: la hidratación. Cuando nuestra barrera de la piel está dañada, entonces sentimos la piel seca, tirante e irratada. La piel puede enrojecerse con más facilidad y brindar mucha incomodidad.
¿Cómo cuidar tu barrera de la piel?
Haz una limpieza profunda
Para poder sanar tu barrera de la piel, comienza por identificar que factores dañan esta capa y reduce tu rutina de skincare algunos cuantos pasos para no saturar tu piel. Elimina los retinoides o ácidos y apégate a algo más sencillo: un limpiador, crema hidratante y protección solar.
El paso que nunca te puede faltar
La hidratación hace todo el cambio, por eso no puede faltar nunca aplicar una crema que tenga acción profunda. Busca una crema hidratante con ceramidas, ácido hialurónico y niacinamida, ya que son ingredientes que pueden mejorar la sequedad y ayudar a cuidar la barrera de la piel.
Reintroduce tus activos poco a poco
Una vez que la barrera de la piel esté sana, entonces puedes empezar a incorporar productos con activos de nuevo. Nuestro consejo es que introduzcas un activo a la vez, de manera progresiva y pausada. Recuerda que siempre debes consultar con tu dermatólogo antes de hacer cualquier cambio a tu rutina.
