#BEAUTYSOUL: ¡ENCUENTRA TU IKIGAI!
Por: Maria Noval Arias
Siento interrumpir sus vacaciones queridas beauties pero bien vale la pena unos minutos de lectura a cambio de una vida larga y dichosa, ¿no creen? Si están en la playa les recomiendo que busquen una sombrita, si están de shopping una esquina en algún probador y si son mamás, de plano, estén donde estén, vayan al baño más cercano para que puedan leer tranquilas 5 minutos ?. Todo comenzó hace un mes en California. Tienda a la que entraba, persona de más de 70 años que me atendía o me cobraba. Algunas señoras les aseguro que no tenían menos de 80 años y la felicidad con la que trabajaban y la energía y vitalidad que radiaban era digna de admirar, mayor incluso que la de muchos de 20 que conozco. Ellas inspiraron mi reflexión de este mes y también, aunque ella no lo sabe, nuestra querida Hildelisa. Y es que mi mente de alguna manera conectó mis días en California con las vacaciones en Japón de nuestra #BeautyQueen y su hermosa familia. La conexión fue a través de una plática TED sobre “zonas azules” del mundo que escuché recientemente. El conferencista presentaba un estudio que realizó tratando de identificar qué hábitos y costumbres tenían en común Cerdeña, Icaria (Grecia) , Nicoya (Costa Rica) y Okinawa en Japón, que son, al parecer, las regiones más longevas del mundo (#zonasazules), en las cuales sus habitantes llegan a superar incluso los 100 años. Mi naturaleza curiosa me hizo buscar más información sobre el asunto y he de decir que entre todos los buenos hábitos que parecen esconder el secreto de juventud y larga vida, no fue la dieta a base de productos locales, frescos, no procesados lo que me llamó mi atención, ni la presencia natural del ejercicio en el día a día de los longevos. No fue tampoco el vivir sin prisas, aunque confieso que me encantaría que se pusiese de moda la atención al detalle y una mayor valoración de las cosas sencillas.
Reconozco que me pudo encantar que en el estudio señalen la conexión con amigos y familia como clave para una larga vida, señalando la importancia de mantener siempre contacto con nuestros seres queridos, pertenecer a uno o varios grupos afines a nuestros gustos e intereses y recordar siempre que ayudar a otros es ayudarnos a nosotros mismos. Pero para mí, sin duda, el punto que debería de encabezar el estudio tiene nombre propio y se llama Ikigai. Apunten porque la clave de nuestro bienestar y larga vida comienza por descubrirlo, por reconocerlo. Les cuento. La verdad es que más importante que los días que vivamos es que, en los que vivamos, tratemos de cumplir nuestro propósito, nuestro #ikigai. Y una cosa lleva a la otra. Ese propósito nos hace únicos, nos diferencia y solo descubrirlo da significado a nuestra vida y sentido a nuestra existencia. Nace de la mezcla de nuestra verdadera pasión, nuestros talentos, nuestra vocación… Y se concreta con la huella que venimos a dejar en este mundo. Cuidado cuando, por el contrario, uno no hace lo que de verdad quiere sino lo que le dicen o lo que le “toca” hacer porque así lo ha decidido alguien más, olvidándose de su ikigai. Eso no es vivir, es dejar que la vida transcurra sin más.
Tener claro nuestro ikigai además es de gran apoyo en los momentos difíciles por los que todos algún día pasamos ya que es ese” por qué vivir”, esa raisondêtre la que nos da fuerzas para superar todos los desafíos que se nos presentan y que son parte importantísima de nuestro crecimiento.
Dicen que el significado de la vida es descubrir nuestro don y el propósito de la vida es regalarlo. Estoy completamente de acuerdo y con eso me despido beauties y ¡que siga el verano!
vía Pinterest
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